miércoles, 26 de enero de 2011

Minucias

He aqui una historia dramatica de mi papa.

El dice que aprendio la leccion de su vida, la aprendio el dia en que el fue asaltado; el como todos los viernes tenia la costumbre de salir a cobrar los cheques de una pequeña empresa que tenia.
Un viernes de esos cobro su cheque de 14,000 lps. en ese entonces era bastante dinero, tranquilo se subio a su auto a camino a casa, escuchando la radio. Cuando de pronto se le atreveso un carro estacionandose frente a el y se bajaron 4 tipos ARMADOS se subieron al carro de el y le pusieron la pistola en la cabeza diciendole "Avanza". El manejando y con la pistola en la cabeza no podia ni respirar. Se decia una y otra vez: esta es la muerte... esta es la muerte... esta es la muerte... sus dientes castañeaban y le invadio un sudor frio y viscoso. El atraco duro alrededor de una hora. De pronto ceso, los tipos bajaron a mi papa, en una zona solitaria y se fueron en el carro con el dinero, cuando se bajo le dijeron que no mirara hacia atras porque le iban a dar un tiro, obvio el obedecio. Y mi papa quedo en esa zona en medio de la nada, caminando (pobre tenia diabetes, lo cual fue duro) de eso se encontro un amigo que lo trajo a casa en carro.

Y ese tiempo que duro el atraco que parecieron para el como mil años. Desfilo ante el toda su vida, recordo todas las malas cosas que habia hecho, todas las cosas absurdas que lo habian preocupado. Se habia preocupado por las largas horas de trabajo, por tener un coche nuevo, la escasa paga que recibia de su primer trabajo, ¡Como habia odiado a su viejo jefe! Recordo como volvia  a casa por las noches amargado y gruñon, como se disputaba con mi mama por las mas insignificante minucia. Se habia preocupado por algun granito, por un corte.
¡Que grandes le habia parecido esas preocupaciones! pero ¡que absurdas le parecian, cuando esos asaltantes lo amenzaban con enviarlo al otro mundo. Y se prometio en aquel momento que, si volvia a ver el sol y las estrellas, ya no se preocuparia por nada. ¡nunca! ¡nunca! ¡nunca!
Es frecuente que encaremos los grandes desastres de la vida con valor y que, en cambio, las minucias, los "dolores de cabeza", nos venzan.

No nos dejemos atribular por insignificancias que debemos despreciar y olvidar. Recordemos que la vida es demasiada breve para ser pequeña.

P.D. Mi papa recupero el carro a los dias la policia lo encontro abandonado

2 comentarios:

  1. Buena historia carmen... nos preocupamos por las cosas mas pequeñas de esta vida en lugar de disfrutar y dar gracias de tener un dia mas para ver la luz del sol y la cara de nuestros seres amados....

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  2. buenisima Carmen!!
    voy a RT esto!

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